En el aƱo 2008, el Ministerio que dirige Carme Chacón se comprometió a construir tres residencias militares para jubilados en Madrid, Ferrol y Valencia. Se aprobaron los presupuestos y se acordó en el Consejo de Ministros. Meses despuĆ©s, tras afirmar en varias ocasiones que se estaban realizando «las gestiones y los trĆ”mites necesarios», el proyecto se paraliza y Defensa alega que «no hay recursos económicos suficientes», dando una explicación ambigua y poco esclarecedora.
SegĆŗn Defensa, las ubicaciones para las tres residencias «no estĆ”n del todo disponibles (Madrid), sin concretar (Ferrol) o aĆŗn no estudiadas a fondo (Valencia)».
En 2003, dos oficiales retirados iniciaron los trĆ”mites para conseguir una residencia asistida en Ferrol, cuando la localidad contaba con mĆ”s de 3.600 militares y guardias civiles retirados, segĆŗn el Instituto Social de las Fuerzas Armadas. Esta gestión puso de manifiesto el elevado nĆŗmero de oficiales que se encontraban en situación de dependencia por razones de edad, enfermedad y discapacidad fĆsica, abriendo la puerta a la construcción de mĆ”s residencias en otras ciudades. En febrero de 2005, dos aƱos mĆ”s tarde, el director general de Infraestructuras del Ministerio de Defensa, Juan Mesquida, estableció por escrito que tras contabilizar cerca de 150.000 oficiales sin atención especializada, se abordarĆa «de forma global» en diez ciudades: Alicante, Burgos, CĆ”diz, Ferrol, Madrid, Murcia, Sevilla, Guadalajara, Valencia y Zaragoza.
Las constantes peticiones por parte de aquellos dos oficiales retirados vieron por fin la luz cuando el Gobierno, consciente de la necesidad de estas ayudas sociales, aprobó el proyecto en el Consejo de Ministros del 19 de septiembre de 2008, estableciendo que se destinarĆan mĆ”s de 153 millones de euros a ayudas. En palabras extraĆdas del escrito, «estĆ” prevista la construcción de las tres primeras residencias asistidas durante la presente legislatura, ubicadas en Madrid, Ferrol y Valencia». Sólo once dĆas mĆ”s tarde la titular de Defensa aseguró que «el apoyo dirigido a mejorar las condiciones de los militares y sus familias constituye una prioridad de este Gobierno».
Los meses se sucedĆan y el Gobierno no actuaba. Las palabras de Chacón parecĆa habĆ©rselas llevado el viento. Ante tal silencio, Arsenio FernĆ”ndez de Mesa, diputado del PP en el Congreso por La CoruƱa, hizo una petición por escrito a la CĆ”mara Baja el 13 de abril de 2009 para que comunicara en quĆ© situación se encontraba el proyecto. Defensa adujo entonces que se estaban realizando «los trĆ”mites y gestiones» para ejecutar dicho plan.
Pero el 23 de noviembre de 2009 todo cambió. En un comunicado, Defensa explicaba que «el dĆ©ficit de financiación» y el «estado de las ubicaciones» no permitĆa abordar el proyecto. Los militares retirados siguen a la espera.
SegĆŗn Defensa, las ubicaciones para las tres residencias «no estĆ”n del todo disponibles (Madrid), sin concretar (Ferrol) o aĆŗn no estudiadas a fondo (Valencia)».
En 2003, dos oficiales retirados iniciaron los trĆ”mites para conseguir una residencia asistida en Ferrol, cuando la localidad contaba con mĆ”s de 3.600 militares y guardias civiles retirados, segĆŗn el Instituto Social de las Fuerzas Armadas. Esta gestión puso de manifiesto el elevado nĆŗmero de oficiales que se encontraban en situación de dependencia por razones de edad, enfermedad y discapacidad fĆsica, abriendo la puerta a la construcción de mĆ”s residencias en otras ciudades. En febrero de 2005, dos aƱos mĆ”s tarde, el director general de Infraestructuras del Ministerio de Defensa, Juan Mesquida, estableció por escrito que tras contabilizar cerca de 150.000 oficiales sin atención especializada, se abordarĆa «de forma global» en diez ciudades: Alicante, Burgos, CĆ”diz, Ferrol, Madrid, Murcia, Sevilla, Guadalajara, Valencia y Zaragoza.
Las constantes peticiones por parte de aquellos dos oficiales retirados vieron por fin la luz cuando el Gobierno, consciente de la necesidad de estas ayudas sociales, aprobó el proyecto en el Consejo de Ministros del 19 de septiembre de 2008, estableciendo que se destinarĆan mĆ”s de 153 millones de euros a ayudas. En palabras extraĆdas del escrito, «estĆ” prevista la construcción de las tres primeras residencias asistidas durante la presente legislatura, ubicadas en Madrid, Ferrol y Valencia». Sólo once dĆas mĆ”s tarde la titular de Defensa aseguró que «el apoyo dirigido a mejorar las condiciones de los militares y sus familias constituye una prioridad de este Gobierno».
Los meses se sucedĆan y el Gobierno no actuaba. Las palabras de Chacón parecĆa habĆ©rselas llevado el viento. Ante tal silencio, Arsenio FernĆ”ndez de Mesa, diputado del PP en el Congreso por La CoruƱa, hizo una petición por escrito a la CĆ”mara Baja el 13 de abril de 2009 para que comunicara en quĆ© situación se encontraba el proyecto. Defensa adujo entonces que se estaban realizando «los trĆ”mites y gestiones» para ejecutar dicho plan.
Pero el 23 de noviembre de 2009 todo cambió. En un comunicado, Defensa explicaba que «el dĆ©ficit de financiación» y el «estado de las ubicaciones» no permitĆa abordar el proyecto. Los militares retirados siguen a la espera.
fuente: La Razón.
*a otra cosa mariposa...
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