La Fuerza Española en Kosovo (KSPFOR) XXIII "Castilla y León", bajo el mando del coronel García Blázquez e integrada principalmente por unidades del Mando de Artillería de Campaña, ha cerrado la misión en esta área de operaciones. Es el final de un camino que se inició el 22 de junio de 1999. Fue entonces cuando 1.200 militares de la Brigada de Infantería Ligera "Rey Alfonso XIII", II de la Legión, mandados por el coronel Díaz de Villegas, viajaron hasta los Balcanes para integrarse en una Brigada Multinacional destacada en Pec y encabezada por el Ejército italiano.
Era el primer paso tras la autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de despliegue de una fuerza multinacional —Fuerza Internacional para Kosovo (KFOR)— liderada por la OTAN, para contribuir al proceso de consolidación de la paz y la estabilidad en Kosovo.
Para conseguir este objetivo, los soldados españoles han realizado más de 57.000 patrullas y participado en 240 misiones de desactivación de explosivos. Han repartido casi un millón de kilos de ayuda humanitaria y han construido carreteras, escuelas y hospitales.
Incluso, en momentos puntuales, han participado en operaciones fuera de su zona de actuación para integrarse en otras estructuras multinacionales en misiones de reconocimiento y control. Así sucedió durante el primer año en Mitrovica, la ciudad más conflictiva, a donde fue la Brigada de Infantería Ligera Paracaidista "Almogávares" VI para reforzar al Batallón francés, y donde en mayo de 2002 se estableció de manera permanente una compañía española.
En total, 23.000 militares españoles han pasado por Kosovo durante este tiempo, estableciendo su base principal —base "España"— en Istok. Integrados en la Brigada Multinacional Oeste, les correspondió una zona de actuación de 470 kilómetros cuadrados; en ella destaca el valle de Osojane, donde viven los serbios que retornaron a sus hogares en 2001, en el primer movimiento de este tipo tras el fin del conflicto.
Los hitos de la misión
La misión en Kosovo se ha destacado por la cercanía e interacción de las tropas españolas con la población civil. Una de las formas de establecer contacto directo con los kosovares ha sido a través de la atención médica. De hecho, el Escalón Médico Avanzado Terrestre (EMAT) que se marchó en el primer relevo, el 1 de noviembre de 1999, realizó más de 5.000 asistencias sanitarias, y durante el primer año la media de consultas fue de 30 por día.
Además, las tropas españolas han desarrollado durante la misión varios planes para fomentar la tolerancia entre etnias, la educación vial o la formación de la población. Los más destacados: el programa educacional Clarín, que consiguió reunir en clase a niños albaneses y serbios; o el Cervantes, que comenzó en febrero de 2000 y se clausuró definitivamente el 18 de mayo de este año, gracias al cual los kosovares han podido aprender la lengua española.
España ganaba peso específico en la misión, su trabajo era muy valorado y llegó el reconocimiento. El teniente general Ortuño se convirtió en el primer español al mando del Eurocuerpo, que desplegó en Kosovo en la primavera de 2000, para lo cual trasladó allí su Cuartel General con 350 miembros, de los que 71 eran españoles.
La KFOR, compuesta por 45.000 militares en junio de 2000, se convertía en el contingente con mayor número de efectivos desplegado nunca antes por la OTAN.
Por otro lado, las tropas españolas destacadas en Kosovo en mayo de 2002 tuvieron el honor de participar en el acto central del Día de las Fuerzas Armadas, presidido por el Rey don Juan Carlos, que se celebró por primera vez fuera de España. Su Alteza Real el Príncipe visitó Istok poco después, en septiembre, y también el presidente electo de Kosovo, Fatmir Sejdiu, quien agradeció a los soldados españoles su labor.
La nota triste a todos estos logros la ponen los nueve fallecidos durante los diez años de misión, los últimos en octubre de 2007, tras un accidente de tráfico.
El repliegue
Tras una década en la zona y la declaración de independencia de Kosovo el 17 de febrero de 2008, la OTAN se encuentra inmersa en un proceso de reducción del volumen de la KFOR.
En este contexto, la ministra de Defensa, Carme Chacón, anunció a principios de abril de 2009 el repliegue de la Fuerza española, donde tras la marcha de la KSPFOR XXIII, ya sólo queda una unidad encargada de las labores de recogida de material —la Unidad de Apoyo al Repliegue en Kosovo (KSPUAR)— con 250 integrantes. Ellos echarán el cierre definitivo a 10 años de misión.
fuente: Ejército de Tierra.
*a otra cosa mariposa...
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