MAYKA NAVARRO / DAVID CASTRO (enviados especiales)
La nueva política informativa en el Ministerio de Defensa ha permitido que por primera vez periodistas puedan acompañar a las tropas españolas que
operan en escenarios bélicos. Tras diez años de misión en Afganistán,
EL PERIÓDICO DE CATALUNYA es de los primeros medios de comunicación en patrullar junto a la legión en las zonas de hostigamiento de
la insurgencia. A partir de hoy, este diario ofrecerá el relato de cómo
trabajan los soldados en una misión que ha costado la vida a un
intérprete y 96 militares, el último, Joaquín Moya Espejo, muerto en un ataque de los talibanes el pasado 6 de noviembre.
En la base Ruy González de Clavijo de Qala i Naw,
cada vez hay más sensación de inicio de la retirada. La marcha no será
improvisada, ni precipitada, y como ha reiterado el ministro de Defensa,
Pedro Morenés, se va a cumplir el calendario marcado
por los aliados de mantenerse hasta el 2014, pero sin perder de vista
que las autoridades afganas cada vez presionan más para quedarse con el
control del territorio.
Cuatro distritos
En Badghis, por ejemplo, la provincia de 420.000 personas bajo tutela española, solo quedan cuatro distritos por
ceder al control afgano: Muqur, Qadis, Jawand y Bala Murghab. El
coronel Demetrio Muñoz, responsable del contingente en Afganistán,
reconoce que la cesión será después del verano, y no a
finales de año como estaba previsto. Se adelanta. Y es comprensible.
Desde el 2010, España ha formado a toda una brigada del Ejército afgano,
3.500 hombres que han salido a patrullar a diario tutelados por militares españoles. Lo mismo ha hecho la policía afgana con la Guardia Civil.
El presidente afgano Hamid Karzai ya
ha pedido a las tropas de la OTAN que se retiren de forma inmediata de
todas las zonas rurales y que transfieran la responsabilidad sobre la
seguridad a la policía y el ejército afganos con un año de antelación. A
pesar de las prisas que exigen los afganos, España actúa con cautela.
Por lo pronto, ha cedido al ejército afgano el puesto de combate
avanzado (Cop, por sus siglas en inglés) Hernán Cortés en el valle de Darrah i Bum, al norte de la provincia de Badghis. Ya no queda ni un solo español, que se han redesplegado en Muqur y Ludina, las otras dos Cop españolas bautizadas con los nombres de Ford Ricketts y Bernando de Gálvez, respectivamente.
El
coronel Demetrio Muñiz lo dice con claridad, "nos vamos porque allí la
misión está cumplida, no porque nos metan prisas". Y será desde Muqur y
Ludina desde donde se mantendrán las labores de adiestramiento de los
oficiales afganos. En cada una de las bases trabajarán unos 200 soldados
y marines.
'Ring Road'
Otra muestra del interés del Gobierno afgano en recuperar el control de la provincia de Badghis son las prisas repentinas por proseguir con los trabajos de la denominada Ring Road,
una ruta circular que une al país y cuyo único tramo sin concluir es el
que atraviesa la zona Española. Tras meses sin actividad, esta semana
se reemprenden los trabajos para acondicionar el tramo de la ruta que va
desde Darrah i Bum hasta Bala Murghab.
Las autoridades estiman
que se tardarán cinco años. La construcción la realizará una empresa
turca que ya ha sido contratada y la seguridad la dará personal privado
que será contratado en los poblados limítrofes con la nueva carretera.
En el fondo se trata de dar una alternativa de "trabajo y un sueldo
durante cinco años" a posibles nuevos miembros de la insurgencia. "Si
les ofrecen una alternativa al vandalismo, la aceptarán", resume un
responsable de inteligencia de las tropas españolas.
Ruta alternativa
Pero
en cualquier caso, ni la construcción ni la seguridad de esa ruta serán
ya responsabilidad española. El Ejército sigue comprometido con la ruta alternativa,
la Lithium, financiada con dinero español, y que aspira a llegar al
norte de la provincia antes del 2014. De momento, se transita con
normalidad por los 35 kilómetros de camino con gravilla que van de Qala i
Naw a Sangatesh, junto a Ludina. El dinero para acondicionar el tramo
de 17 kilómetros que van desde Sangatesh a Golojirak desaparecieron y
desde octubre el trabajo estuvo paralizado. Esta misma semana se
reemprenderán los trabajos. El Ejército español espera concluir su
misión completando el último tramo de 25 kilómetros que van desde
Golojirak a Magan.
Cada metro de esta ruta por carretera cuesta una eternidad garantizar. El enemigo es "dispar y complejo" asegura el coronel Demetrio Múñoz.
No se trata solo de un talibán que ataca a las tropas extranjeras por
cuestiones ideológicas, está el contrabandista, el bandolero, el
criminal.
Un ejemplo: la semana pasada secuestraron a dos ingenieros afganos cerca
de Ludina. Los asaltantes exigieron un rescate en especias para liberar
a los rehenes. ¿Hicieron algo los militares españoles? "Aquí existe una
ley, difícil de comprender, pero que tenemos que respetar. Nosotros no
estamos aquí para actuar en esas cuestiones, pero la policía afgana
tampoco actuó. La realidad afgana es de una complejidad extrema. Los
rehenes fueron liberados tras el pago, porque todo el
mundo sabía quiénes eran los secuestradores". El ejemplo ilustra de
alguna manera hasta qué punto es tan compleja la realidad de un país que
espera tomar sus propias riendas a partir del 2013, el 2014 a más
tardar.
fuente: El Periódico.com
*a otra cosa mariposa...
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