(Jueves 7 de mayo de 2009) El dĆa de hoy no prometĆa nada extraordinario, amaneció con fuerte viento de nordeste y estado de la mar marejada. Se preveĆa un dĆa tranquilo.
Durante la maƱana, conforme navegĆ”bamos efectuando una patrulla en la zona asignada, el estado de la mar mejoraba y el viento disminuĆa su intensidad ligeramente. TenĆamos el helicóptero en alerta sin confiar demasiado en tener que utilizarlo hasta que despuĆ©s de comer, sonó la alarma. Un buque abanderado en Malta mandaba una seƱal de socorro por la radio y solicitaba ayuda al verse perseguido por una embarcación con siete individuos armados abordo a 25 millas de nosotros. En 15 minutos el helicóptero estaba en el aire. El capitĆ”n del barco maltĆ©s pedĆa ayuda una y otra vez con voz de desesperación y pĆ”nico lo que nos hacĆa sentir los minutos como horas. El tiempo parecĆa haberse detenido y el capitĆ”n se desgaƱitaba reportando los disparos que estaba recibiendo. La embarcación atacante tiroteó al buque con armas portĆ”tiles en su costado de estribor.
Los asaltantes intentaron poner su escala en la borda del mercante, pero Ć©ste, con un bandazo en su zigzagueo, consiguió evitarlo. Entonces llegó el “Gato”. El capitĆ”n del mercante lo vio y los presuntos piratas tambiĆ©n, el tiempo ahora corrĆa a nuestro favor. Cesó el ataque y la embarcación intentó escapar, pero el helicóptero la indujo a detenerse. La aeronave quedó custodiando el skiff a la espera de nuestra llegada.
Los gritos de desesperación del capitĆ”n se convirtieron en halagos y agradecimientos con una frase escuchada en todo el Golfo de AdĆ©n: “God bless your helo, God bless Spain” (Dios bendiga vuestro helicóptero, Dios bendiga a EspaƱa).
Cuando divisamos el skiff lanzamos las dos RHIBS con el equipo de asalto para investigar a los presuntos piratas. El “Gato”, con su misión mĆ”s que cumplida y tras una hora larga de vigilancia volvĆa a bordo a la vez que llegaban las embarcaciones.
Los asaltantes fueron trasladados a nuestro barco. A continuación, mientras una embarcación traĆa remolcado el skiff al barco, la otra llevaba a dos oficiales al buque atacado para recoger los testimonios de la tripulación.
La moral de la dotación estĆ” por las nubes, dos dĆas seguidos de acción real nos han inyectado una gran dosis de orgullo sabiendo que esto no ha acabado y que queda mucho por hacer.
fuente: Armada espaƱola (Vida a bordo)
*a otra coa mariposa...
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