Los componentes del Regimiento de Infantería “Inmemorial del Rey” nº 1 volvieron a enfundarse sus trajes de época para el relevo extraordinario de la guardia que se celebró, el 25 de marzo, en el Palacio de Buenavista, respetando las voces, movimientos y usos vigentes durante el reinado de Carlos III.
Junto al numeroso público que se situó en las inmediaciones de la entrada al Cuartel General del Ejército de la calle Alcalá, por donde desfiló la Fuerza, para presenciar el acto, asistió al mismo una invitada inesperada: la lluvia, que acompañó impenitente cada uno de los momentos clave del relevo, marcados por el sonido de los pífanos y tambores de la Banda de Guerra del Regimiento.
Uno de los aspectos más llamativos de esta forma de hacer el relevo, además de los trajes de fusilero azules y blancos, y de granadero, con el típico morrión o gorro alto, con los que van ataviados los protagonistas, es la lentitud con la que realizan los movimientos de arma sobre el hombro y descansen armas, propia del siglo XVIII.
En esta ocasión, la primera del año 2011, fue el 2º JEME, teniente general Martín Villalaín, el encargado de presidir la ceremonia.
Música pasada por agua
Previamente, la Música del Regimiento “Inmemorial del Rey” nº 1 ofreció un concierto en el patio central del Palacio que tuvo que acortarse como consecuencia de la lluvia.
Entre otros temas, interpretaron una marcha dedicada al 2º JEME, titulada Con paso firme, una jota llamada La Dolores y la famosa canción legionaria El novio de la muerte.
*a otra cosa mariposa...
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