Lucha entre el F-18 Super Hornet y un avión civil de pasajeros canadiense, Boeing sale perdiendo - LQT Defensa

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domingo, 10 de diciembre de 2017

Lucha entre el F-18 Super Hornet y un avión civil de pasajeros canadiense, Boeing sale perdiendo

La Fuera Aérea de Canadá está en busca de una nueva generación de aviones de combate, pero mientras esto no se materializa deben encontrar una solución transitoria para sostener su envejecida flota de aviones. Esto ha generado una guerra comercial curiosa, entre un avión civil de pasajeros y un avión de combate.

Actualmente Canadá opera una flota de 77 aviones CF-18 Hornet modernizados, fabricados entre 1982 y 1988 por McDonnell Douglas (Boeing). Está previsto que en la próxima década lleguen al fin de su vida operativa, por ello Canadá lanzará un programa de adquisición de un nuevo avión de combate en 2019, firmándose el contrato de ejecución de las 88 unidades requeridas previsiblemente en 2021.

CF-18 de Canadá Photo: Master Corporal Louis Brunet, Bagotville Imagery Section (RCAF)
Boeing pensaba hacer negocio con sus vecinos del norte, ayudándoles a llenar el vacío entre el presente y la llegada del nuevo caza a mediados de la próxima década. Para ello se había acordado la venta de 18 aviones F-18 Super Hornet nuevos a Canadá, modelo "similar" pero mucho más moderno que el Hornet. Tanto es así que el Gobierno de EEUU ya había anunciado al Congreso que aprobaba esta operación. Pero entonces se torció, por una disputa comercial entre Boeing y el fabricante de aviones canadiense Bombardier. 

Y es que Bombardier ha apostado fuerte por la aviación civil de pequeño y mediano tamaño con su nuevo modelo, el CS100 y CS300 (C Series). Este avión compite con los modelos más pequeños de los dos grandes fabricantes mundiales, Airbus y Boeing. La aerolínea estadounidense Delta Airlines decidió adquirir 75 de estos modernos y eficientes aparatos, y esto no gustó a Boeing.

El fabricante estadounidense ha presionado al departamento de comercio de EEUU para que imponga una tasa de importación del 300% sobre los aviones de Bombardier, que se fabrican en Canadá. Esto deja la compra en el aire, ya que evidentemente Delta no está dispuesta a pagar un 300% más por sus nuevos aviones, comprometiendo seriamente el futuro de Bombardier, que no pasa por un gran momento financiero. 

Futuro CS100 de Delta Airlines
Esto no ha gustado en Canadá, deteriorando las relaciones con el fabricante. El Gobierno del país ha decidido aplicar un plan B, comprar aviones de segunda mano a la Fuerza Aérea de Australia, uno de los pocos países que opera el F-18, junto a España, EEUU, Finlandia, Kuwait y Suiza. Los medios del país lo dan por hecho, y seguramente se podría anunciar la próxima semana. Esto supondría un duro golpe para la división de defensa de Boeing, ya que el importe del contrato no era precisamente pequeño.

Aún así, en Canadá hay quién piensa que comprar aparatos de segunda mano prácticamente idénticos, e igualmente viejos, no aporta ninguna ventaja tecnológica a la flota canadiense. Además estos aparatos necesitarán el mismo mantenimiento que los CF-18 actuales. Eso sí, al tener más aparatos aumentaría la disponibilidad de los mismos para entrenamiento y misiones reales, que es el principal objetivo de esta solución transitoria. Además su introducción a la flota sería muy rápida y económica, ya que no se requeriría entrenamiento especial ni una nueva cadena de suministros.

Y por si todo esto no fuera suficiente llegó Airbus (consorcio europeo) y decidió añadir salsa al asunto. Recientemente se ha hecho con el 51% del proyecto civil C Series de Bombardier, al valorar su alto potencial en el mercado civil. Esto permite respirar a Bombardier, que seguirá fabricando sus aviones, y contará con el respaldo comercial y técnico de Airbus. No solo eso, Airbus ha comentado la posibilidad de fabricar aviones C Series en su planta de ensamblaje final en Alabama (Estados Unidos). Si fuera así, puede que Boeing salga perdiendo también en la batalla civil.

Esto podría posicionar favorablemente a Airbus y su Eurofighter Typhoon en el futuro programa canadiense, que de bien seguro contará con duros rivales, como el F-35 de Lockheed Martin (USA) o el Rafale de Dassault (Francia). No es descartable que si Europa decide desarrollar un nuevo caza de 5ª generación en los próximos años, invite a Canadá a participar.

Rafale, del fabricante francés Dassault.
Y si Boeing sigue poniendo palos a las ruedas de Bombardier, puede que allane el camino para que el A330 MRTT de Airbus sea elegido como futuro avión de reabastecimeinto en vuelo de la Fuerza Aérea canadiense, frente al KC-46 estadounidense. Pero esto lo veremos en 2025 aproximadamente, no adelantemos acontecimientos. 

LQT Defensa 2017





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