MARĆA FABRA Madrid | www.elpais.es
"Sois unos mierdas, basura, no valĆ©is para nada, hijos de puta, cabrones y mariconas". Esas palabras y los pechazos (golpes secos dados en el pecho con uno o ambos puƱos), ademĆ”s de collejas y patadas en los costado. Han sido suficientes para que el tribunal Supremo ratifique las condenas de cĆ”rcel impuestas a dos cabos del EjĆ©rcito por humillar, agredir y protagonizar reiterados episodios de violencia fĆsica de "deplorable brutalidad" contra cerca de una treintena de aspirantes a legionario desde abril a julio de 2008.
El alto tribunal ha ratificado la condena de tres aƱos de cĆ”rcel impuesta a uno de los cabos y ha aumentado en cinco meses la dictada contra otro de ellos por sendos delitos continuados de abuso de autoridad. La Sala de lo Militar considera que ambos crearon un "ambiente generalizado" de agresiones e insultos a los aspirantes y qwue desplegaron una "brutalidad que parecĆa erradicada hace tiempo".
La sentencia declara probado que los instructores, destinados en la Brigada de InfanterĆa Ligera 'Rey Alfonso XIII' de la LegiĆ³n, habĆan recibido Ć³rdenes de dispensar a los aspirantes un trato exigente pero correcto y acorde a las ordenanzas de las Fuerzas Armadas.
Sin embargo, los acusados agredieron de forma generalizada a numerosos aspirantes a ser Damas y Caballeros legionarios mediante patadas, puƱetazos, bofetadas, collejas o fuertes golpes en el pecho, que llegaron a causar a una de las vĆctimas un hematoma y herida con sangre.
Los condenados dispensaban este trato cuando los afectados realizaban flexiones o no se sabĆan el credo legionario, mientras les insultaban con expresiones como "no valĆ©is para nada" o llamaban "mariconas, mierda o basura",
Era frecuente que los cabos presentaran sĆntomas de embriaguez mientras realizaban los ejercicios de instrucciĆ³n y pidiesen dinero a los aspirantes para comprar bebidas alcohĆ³licas. No obstante, el Supremo rechaza atenuar las penas por el consumo de alcohol ya que no actuaron bajo un estado de intoxicaciĆ³n pleno que mermara sus facultades mentales.
La sentencia, con ponencia del magistrado Ćngel CalderĆ³n, confirma la existencia de una "abrumadora" prueba de cargo contra los acusados, entre la que se encuentra la declaraciĆ³n de 35 testigos que sufrieron malos tratos o los presenciaron.
fuente: El PaĆs.
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