Las Fuerzas Armadas han cumplido por primera vez desde el fin del Servicio Militar Obligatorio sus planes de recluta de soldados y marineros y han cubierto la plantilla prevista, los 86.000 jóvenes en filas. Las mejoras salariales, de formación y promoción aplicadas desde la pasada legislatura empezaron a enmendar en 2007 el problema de personal que arrastran las FAS desde su plena profesionalización. Pero fue la crisis económica y el paro, disparado a partir de 2008, lo que acabó de convertir a los Ejércitos en una salida laboral atractiva.
En 2009, casi 60.000 españoles se presentaron para cubrir las 13.233 plazas ofrecidas por el Ministerio de Defensa que, también por primera vez, tuvo margen de elección: una media de 5 aspirantes por vacante y la mayoría con estudios de secundaria y Bachillerato.
Un joven que firma un compromiso por dos o tres años con las Fuerzas Armadas tiene un salario bruto anual mínimo de 14.517 euros, más una prima de incorporación de 598 euros. Es otra salida laboral de «mileurista», que requiere más sacrificio y cierta vocación, pero que cuenta con la posibilidad de facilitar una carrera profesional posterior según la formación previa y la capacitación profesional que se puede adquirir en las FAS, especialmente en los Ejércitos y destinos que requieren más especialistas.
Un joven que firma un compromiso por dos o tres años con las Fuerzas Armadas tiene un salario bruto anual mínimo de 14.517 euros, más una prima de incorporación de 598 euros. Es otra salida laboral de «mileurista», que requiere más sacrificio y cierta vocación, pero que cuenta con la posibilidad de facilitar una carrera profesional posterior según la formación previa y la capacitación profesional que se puede adquirir en las FAS, especialmente en los Ejércitos y destinos que requieren más especialistas.
El gran salto
Las cifras oficiales de Defensa, a las que ha tenido acceso ABC, confirman el logro del ministerio que redundará en la eficacia de los tres Ejércitos. De los 78.124 soldados y marineros que había en filas al arrancar 2009, se pasa a los 86.112 ese mes de enero. Se han incorporado 13.232 jóvenes y han causado baja otros 5.245, en parte con destino a la Guardia Civil, la Policía y la escala de suboficiales. Hasta hace poco era ese balance entre altas y bajas, casi equilibrado, el que impedía cumplir los objetivos de personal al final de cada ejercicio, pues a los problemas de captación se sumaba la salida constante de soldados al terminar su primer periodo de compromiso.
Por contra, a 1 de enero de este año, el saldo entre altas y bajas fue más que positivo, con 8.000 soldados y marineros más en números redondos, lo que permitió alcanzar e incluso superar con 86.112 «efectivos» de tropa y marinería el objetivo previsto de tener una plantilla de unos 86.000 hombres y mujeres entre los tres Ejércitos.
Llegan los licenciados
El salto hacia adelante no sólo es cuantitativo. Más reclutas y mejor preparados. Si hasta hace cuatro años era casi equivalente el número de peticiones para entrar en filas al de las plazas ofrecidas y algunas -las más cualificadas, en especial las de la Armada- quedaban sin cubrir por falta de estudios y títulos de los aspirantes, durante el ejercicio que acaba de terminar casi la mitad de los reclutas tiene terminado el Bachillerato y un tercio la Enseñanza Secundaria Obligatoria.
Los nuevos soldados y marineros con estudios primarios han pasado de suponer un 32 por ciento en 2008, a un exiguo 14 por ciento desde el primer trimestre de 2009. Y empiezan a aparecer los titulados universitarios entre los españoles que solicitan entrar en el estamento básico de los Ejércitos.
Retrato social
Retrato social
Es un cambio sociológico que lleva a las Fuerzas Armadas a incorporar a sus filas el retrato de la actual juventud española por tramos de formación académica, algo que se había perdido con el fin del Servicio Militar Obligatorio.
Otro cambio en las Fuerzas Armadas consiste en la creciente presencia de mujeres en filas, el 16,6 por ciento. De los 86.112 soldados y marineros, 71.655 son hombres y 14.456 mujeres.
Es la Armada y el Ejército del Aire, con mayores exigencias de estudios para entrar y destinos más cualificados, donde se incorporan más féminas: el 17,8 por ciento en el primer caso y el 20,3 en el segundo. En el Ejército de Tierra, donde predominan los destinos de soldado raso y las unidades de combate de Infantería, se quedan por debajo del 16 por ciento.
El número de ciudadanos extranjeros en filas se fija en 5.771, el 6,7 por ciento del personal total de tropa y marinería. Entre ellos hay 969 mujeres, una proporción muy similar a la que ofrecen los datos correspondientes a los jóvenes españoles.
fuente: ABC
*a otra cosa mariposa...
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