"Los seis meses de preparación son nuestro mejor blindaje". Así de seguro se mostraba el teniente general jefe de la Fuerza Terrestre, Virgilio Sañudo, que presidió el acto de despedida del contingente español Asfor XXV, que relevará el próximo mes de marzo a los efectivos del Ejército español actualmente desplegados en Afganistán. El acto, que tuvo lugar en el acuartelamiento General Gaberias de Ronda, contó con una tímida lluvia como invitada, aunque no impidió que las gradas del patio de armas donde se celebró la parada militar estuviese llena de familiares y amigos que quisieron acompañar a los legionarios en un momento tan entrañable.
Precisamente, las familias de los militares fueron merecedoras de muchas de las palabras que dirigieron a los presentes el propio Sañudo y el coronel, Martín Bernardi, que estará al frente de esta unidad en Afganistán. Ambos coincidieron en resaltar el "gran apoyo" que supone poder contar con ellos y saber que entienden el trabajo que van a realizar en esta misión, que ha sido calificada como "la más difícil" de cuantas se ha enfrentado el Ejército español lejos de su territorio.
También hubo un emotivo recuerdo para Rodrigo Meneses, que ha sido el último soldado español que ha perdido la vida en el conflicto afgano. "Nos debe servir como ejemplo para la motivación", dijo el teniente general Sañudo. De igual modo, les instó a que tomen todas las medidas de seguridad necesarias y eviten los "excesos de confianza", al tiempo que recordaba la buena preparación que tiene toda la unidad para cumplir con la misión que se les ha encomendado.
Estos soldados ya contarán con los nuevos vehículos blindados RG-31 y Lince, que son una de las grandes esperanzas para dar una mayor protección a las tropas y evitar muertes como las últimas ocurridas por ataques con bombas caseras de los talibanes. En los últimos meses, diversos integrantes del contingente han realizado un intenso curso para adquirir el adiestramiento necesario en el uso de estos nuevos vehículos, que sustituirán a los viejos BMR.
Ayer, las miradas de muchos de los familiares se situaban en varias unidades de estos vehículos expuestas en el acuartelamiento rondeño. Son también su esperanza para que sus maridos, hijos y novios vuelvan con su misión cumplida y sin sufrir bajas. Incluso, muchos de ellos tuvieron la oportunidad de subirse a los vehículos y comprobar cómo son en su interior.
El nuevo contingente estará compuesto, al 90%, por efectivos del Tercio Alejandro Farnesio IV de la Legión con base en Ronda, y tendrán el apoyo de unidades de helicópteros de transporte de Colmenar Viejo (Madrid) y una unidad de apoyo logístico de Sevilla. La fuerza a desplegar contará con cerca de mil efectivos y se ubicará en la nueva base de Qala e Naw, situada en la provincia de Badghis, y en la conocida base avanzada de Herat.
En esta ocasión también formarán parte del contingente efectivos de origen extranjero, que componen un centenar de hombres y mujeres. El 59% de ellos son de origen colombiano, el 24% ecuatorianos y el resto tienen diversos orígenes hispanoamericanos.
Ahora los efectivos y las familias aprovecharán hasta el último minuto antes de la partida, prevista para el mes de marzo. "Es duro, pero sabemos que van a hacer su trabajo para garantizar nuestra seguridad", señalaba ayer uno de los familiares. En este aspecto también hicieron hincapié los mandos desplazados al cuartel rondeño, que encuadraron la misión en el objetivo común de mejorar la seguridad del pueblo afgano y "nuestra propia seguridad frente a los extremistas".
*** Sobre la uniformidad... yo ya no se que pensar después de ver que van con la vieja.
fuente: Málaga Hoy
*a otra cosa mariposa...
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