Vida a bordo, 24 de enero de 2.013
… Y llegamos a Lagos (Nigeria), con cierta
incertidumbre sobre lo que nos íbamos a encontrar. Todo apuntaba a que
no tendríamos muchas posibilidades de salir a la ciudad por temas de
seguridad. Atracamos en la Base Naval de la Armada nigeriana, y todo
hay que decirlo, parecían entusiasmados con nuestra presencia. Éramos
al parecer el primer barco de guerra en la historia que atracaba en su
muelle. El trato recibido por los compañeros nigerianos fue muy cordial
y amistoso, querían agradar y lo consiguieron. El barco organizó un
horario de salidas en ‘watertaxi’ desde el Relámpago hasta un club
militar americano. Y allí fuimos a pasar las horas libres después de
las actividades diarias, y pudimos usar la piscina, el wifi y tomar
buenas pizzas y alguna que otra cervecita.
Puertas abiertas.
Desde Nigeria hasta Cabo Verde, tuvimos un tránsito
tranquilo y rutinario, nos embarcaron tres militares caboverdianos para
colaborar en misiones de vigilancia marítima y posibles inspecciones a
pesqueros. Hubo que auxiliar a un velero que se quedó a la deriva lejos
de costa y se le remolcó hasta que apareció una patrullera que se hizo
cargo de acercarles hasta costa.
Atracamos en Praia, en la isla de Santiago, el sábado
19, y la dotación, sabiendo que era el penúltimo puerto antes de llegar
a Las Palmas, ha tenido unos días de descanso y relax, disfrutando de
la amabilidad y simpatía de los caboverdianos.
Visita de Autoridades.
Pues ya estamos rumbo a Nouakchott (Mauritania),
nuestra última escala antes de volver a casa, y parece que los días son
más largos, debe ser porque quedan muy pocos. Además tenemos mala mar y
el barco se mueve más de lo acostumbrado… y hasta se me están doblando
las líneas que estoy escribiendo…
Nos veremos en la última entrega… ya más cerquita de casa!
fuente: Armada española.
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