Vida a bordo, 31 de enero de 2013
Tras un tránsito algo “movidito” desde Cabo Verde,
llegamos a Nouakchott, y apostaría algo a que todos y cada uno de
nosotros hemos pensado en algún momento que era nuestro último puerto
antes de llegar a España. Las expectativas, en cuanto a posibilidades
de ocio y esparcimiento no eran demasiado buenas, ya que no hay muchos
sitios donde ir, añadiéndole además la posible intranquilidad de la
población por el asunto de Mali.
Embarcaron tres militares mauritanos que han estado
tres días a bordo colaborando en las labores de vigilancia marítima que
hemos llevado a cabo en estas aguas. Una vez atracados el pasado lunes,
han sido dos días escasos los que hemos estado en Mauritania. Tras los
trabajos de la mañana (los habituales en todos los puertos africanos que
hemos visitado: adiestramientos varios a militares locales, visitas a
diversas autoridades, etc.), se ha podido salir a la ciudad, para comer
en algún restaurante, y pasar la tarde paseando por algún mercado, en
especial el mercado del pescado. Situado en plena playa, es todo un
espectáculo visitarlo al atardecer, cuando cientos de embarcaciones tipo
cayuco llegan hasta la orilla para desembarcar el pescado conseguido
durante todo el día de duro trabajo. Se forman cadenas humanas para
traer el pescado hasta la playa y de ahí en carritos hasta el mercado
situado justo detrás, a escasos metros del agua. Es todo un espectáculo
de esfuerzo y colorido, quedando la playa invadida por las
embarcaciones, alineados en la arena hasta donde se pierde la vista,
hasta la mañana siguiente que volverán a salir a faenar.
Y tras el cóctel ofrecido por la tarde en la cubierta
de vuelo para las autoridades y personalidades locales, salimos a la
mar por última vez en este despliegue que comenzó allá en aquel lejano
mes de agosto, y ponemos proa a Las Palmas.
Los comentarios y el sentimiento, común en todos
nosotros, van en la misma dirección: tenemos ganas, mejor dicho, tenemos
muchas ganas de llegar a España, a Las Palmas, a casa…
Han sido muchos meses, largos meses, de trabajo, de
esfuerzo, de entrega, de compañerismo, de amistad…, de un largo etcétera
de vivencias, buenas y malas, mejores y peores, pero que resumiendo
(mucho no, muchísimo), nos han enriquecido como personas, como
militares, como españoles.
Bueno, pues como se suele decir: “en esta vida todo
pasa y todo llega…”. Y en este tan esperado momento de la vuelta a
casa, ya sólo nos queda decir, como expresaba esta mañana nuestro
querido doc:
¡ GAME OVER !
fuente: Armada española.
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